jeudi 27 janvier 2011

En ocasiones cuando cae la noche, cambio las sonrisas por lágrimas y lloro. Aún cuando no haya un detonante específico, sucumbo a las lágrimas en un principio culpando por esa pena a preocupaciones, peleas pequeñas o rabia por algo sin demasiada importancia. Sin embargo, tras un rato acepto que la amargura se ve alimentada enormemente por lo injusta que encuentro tu indiferencia y la pena que me da el hecho de que no seas capaz de reparar en este frágil corazón derrochador de un amor sólo para ti.

Aucun commentaire:

Messages les plus consultés